Home » Uncategorized » Grizzly man

One thought on “Grizzly man

  1. Se trata de un buen documental, como era de esperar de su autor, Werner Herzog; que hace bien casi todo lo que hace.
    En este caso, se documentan las actividades de un ambientalista, llamado Timothy Treadwell, defensor de los osos pardos, que pasa los veranos acampando en los montes de Alaska, donde viven esas especies.
    Estando construido el documental con un ochenta por ciento de material filmado por este naturalista, y solo un veinte por ciento por material ajeno, típico de los documentales, como entrevistas a gente que lo conoció, vistas de los lugares en que acampó, datos objetivos de los acontecimientos, etc.
    Este ecologista, con muy buenas intenciones, quería defender a los osos a todo trance, para lo cual acampaba entre ellos, sin armas, se hacía conocido de los animales, se acercaba a ellos e incluso en algunos casos hasta los tocaba y acariciaba.
    Mucha gente le advirtió que todo eso era muy peligroso, porque aunque los conociera a cada uno y conviviera con ellos, los osos no dejaban de ser animales salvajes.
    Pero el insistió en sus métodos y finalmente sucedió, después de más de diez años de experiencias, que un oso lo mató y se lo comió.
    Lo que al parecer no sorprendió mucho a nadie, porque era lo esperable, dada la conducta temeraria de Timothy; producto quizás de las secuelas de su anterior consumo excesivo de drogas y alcohol.
    Pues realmente para defender a algún animal, no hace falta revolcarse con ellos, para defender a las serpientes no es necesario dormir con algunas bajo la cama y para defender a los osos no es necesario arrimarse hasta tocarles el hocico.
    Porque por muy conocido que te hayas hecho de un oso, nada impide que en algún momento de escasez, el animal te vuelva a ver como su necesaria comida.
    Hasta nosotros, los humanos, podemos tener una buena relación con un conejo, pero nada quita que en cualquier momento decidamos comer conejo a la cacerola.
    Por lo cual podemos afirmar que la moraleja de este documental, es que aun para ser loco, es necesario ser un poco prudente.

Leave a comment